Amanecíamos hoy, como únicos
inquilinos, en el gran
caserón rosa de
Llanes, bajo un sol radiante. Eran las 8:00 y nuestros ánimos crecían por momentos.
La etapa era corta, de dificultad baja (buen perfil) y los paisajes por los que transitaríamos invitaban a la práctica de la
bici, INGENUOS.
Nada mas salir de
Llanes, tras pasar uno de esos
múltiples cruces, nos topamos con un caserío en cuya entrada una lugareña se afanaba en retirar una especie de mezcla entre barrizal y
estiércol.
"Buenos días"- saludamos al pasar frente a ella con la mano en alto.
"
Buenes díes"- contestó ella.... y como quien no quiere la cosa:
" Hoy va a llover y os vais a mojar"- agregó en voz baja. INGENUOS
Nos miramos los tres con cara de sorpresa, no dando crédito a lo que habíamos oído e
instintivamente nuestras miradas se alzaron al cielo buscando un
atisbo que corroborase lo que la anciana había susurrado.
"Atención a lo que dice la vieja" - comentó
Txipiron, pero a medida que
avanzábamos bajo el sol
achicharrador las palabras de la lugareña dejaron paso al deleite, a la luz y los aromas de los paisajes que
recorríamos con nuestras monturas.
Nos
estábamos dejando embaucar y el ritmo de la marcha se veía interrumpida constantemente, inmortalizando todos los momentos con alguno de nuestros
innumerables artilugios, todo bajo la atenta dirección de nuestro experto en estas lides, "
Oskar". INGENUOS
Tras pasar y disfrutar con los parajes , playas, acantilados etc, nuestro
próximo objetivo era
Ribadesella, donde
repondríamos fuerzas. Estamos en Asturias y no
queríamos defraudar a la tierra que nos acogía, por lo que nuestra intención, bien es verdad que animado por
algún lugareño ,
meternos entre pecho y espalda dos buenos platos de "Fabada" que por otra parte supondría un buen carburante con alto contenido en
CO2. INGENUOS
No habiendo aún terminado de comer, las gotas de una fresca lluvia arreciaron sobre nosotros y nuestras monturas, que pronto las pusimos a buen
recaudo y nos
engalanamos con nuestros mejores indumentarias de agua.
Dos
Kilómetros mas adelante, en pleno esfuerzo para superar una pendiente pronunciada, nuestros cuerpos estaban siendo regados por una intensa cortina de agua que hacía flaquear nuestros ánimos y atraía a nuestra mente la figura y las palabras de la anciana de la mañana. INGENUOS
Una parada de
autobús, pequeña y sencilla nos servía como sala de reuniones para planificar nuestros siguientes pasos, bajo un cielo encapotado que invitaba a abandonarse en el primer refugio con ducha y cama que
encontrásemos. El hecho es que
estábamos en mitad de nada.
La presencia de un gato negro, con no muy buenas pulgas, precipitaba nuestra salida de tan improvisado refugio y
carretera abajo pudimos llegar hasta un bar de paso, donde podiamos entrar en calor y reponer fuerzas por unos instante.
Volvían a nuestra mente la figura y las palabras de la anciana de la mañana. INGENUOS
Ni los
ánimos que
recibíamos de la Posadera ,que no eran precisamente optimistas, ni los miedos de nuestro
inexperto peregrino "
Txipiron",
desalentaron al grupo para continuar hasta nuestro Objetivo, que no era otro que llegar a "
VillaViciosa".
Tras tomar un merecido café, desafiamos a las inclemencias y nos pusimos en marcha, que tiempo
después fue
recompensada nuestra
convicción, al
desencapotarse el cielo que nos cubría
amenazante.
Con un Fuerte ritmo de marcha y el sol secando nuestros
húmedos equipajes, recorrimos los
últimos 34 km que nos separaban de nuestro
cálido Hostal en el destino concertado.
Este día lo recordaremos como........INGENUOS,
Dorron