Día 5: Villar de Mazarife - Molinaseca - 80 km

A las 8 iniciamos el camino tras despedirnos del simpático y curioso personal del Albergue. Saludamos por el camino a los peregrinos, mucho más madrugadores que nosotros, que conocimos durante la cena.
Camino hacia Astorga, elegimos como no, la opción que va a por el monte, a través de pistas y senderos y alguna trialera donde kiki me demuestra lo mucho que ha progresado en el deporte de mountain-bike.
Encontramos algún personaje curioso, como el tío ese que vive en el camino desde hace 2 años ofreciendo comida a los peregrinos a cambio de la voluntad. Compartimos un rato con el mientras nos comemos unas zanahorias y nos cuenta su filosofía de la vida.
Seguimos camino y tras paradita en Astorga donde charlamos con algunos conocidos bicigrinos, por fin llegamos a la famosa subida a la Cruz del Ferro, la cual no nos supone ningún problema. Sólo con deciros que Kiki la sube bailando sobre la bici y sin caerse...
Llegamos juntitos arriba y tras unos apasionados besos para celebrarlo nos dirigimos a la famosa cruz donde recogemos con ilusión lo que nos había dejado Txipi y dejamos el anagrama de Santibidea atado con una brida roja!
En la bajada paramos a visitar el nido de frikis llamado Manjarin. Kiki promete enviarles un ikurriña, ya que el viento les llevó la que tenían!
Seguimos hasta Molinaseca, donde decidimos descansar en una casa rural fuera de lo común. La simpática señora que lo regenta nos dice que tenemos barra libre de vino señalando un grifo que sale de un barril mientras nos ofrece un plato con chorizo picante. Sorprendentemente el vino está muy bueno.
Bueno, hoy no tenemos prisa, no hay hora para ir a la cama, así que saldremos a degustar productos de la tierra, sin prisa y sin abusar mucho del vino, que mañana nos espera Ocebreiro.
(Las fotos mañama)